GRATITUD
Queridos amigos:
Mis palabras de gratitud y alegría quieren ser las de todos los fieles de esta Parroquia de la Sagrada Familia, que durante mucho tiempo han anhelado lo que hoy vemos. Es muy sencilla la expresión que tantas veces ha llegado en primera persona a muy oídos: “que bonico, D. Luís”. Los fieles han ido siguiendo con asombro la evolución de las obras y hoy –fiesta de la traslación del Señor- nos sabemos protagonistas de la historia de nuestro pueblo.
Lo realizado es grande; sí muy grande, porque hemos embellecido el rostro de la casa de Dios para que el esplendor del interior del templo que maravilla a tantos visitantes de nuestro pueblo, pueda también comenzar a percibirse desde el exterior. También este rejuvenecer del aspecto de nuestro templo debe resonar en todos como una llamada a hacer de este lugar la casa de nuestros jóvenes. Así como nuestros antepasados levantaron este inmenso edificio con fe, sacrificio y generosidad, nosotros debemos proseguir esa obra levantando a esta generación que de tantos modos olvida y vive de espaldas a Dios.
En definitiva, como nos decía Benedicto XVI: “La Iglesia está viva y es joven”, esto es lo que nuestros ojos y corazón experimentan en esta tarde. Creo que no hay mejores palabras para describirlo.
A la luz de todo ello, es necesario –como decía estos días a los fieles- ser agradecidos por todo esto que hemos recibido. En este caso, lo hacemos a la Fundación Bancaja- Caja Castellón, que ha mostrado desde su inicio una gran receptividad ante esta iniciativa. Todas las personas de la Fundación, así como las vinculadas a esta entidad bancaria nos han brindado su colaboración más apreciable. Muchas gracias.
La Excma. Diputación de Castellón, que tantas iniciativas de diversa índole ha promovido en nuestro pueblo, ha velado también con la Fundación Bancaja- Caja Castellón para que este proyecto que culmina esta Plaça de la Vila viera definitivamente su luz. Gracias a todos los aquí presentes, gracias D. Carlos.
Pero la Parroquia, queridos amigos, no podía por sí misma acometer una actuación como la realizada sin la participación del Ilmo. Ayuntamiento de La Vilavella. La cooperación tenaz del Sr. Alcalde y personal de este organismo al servicio del bien de todos ha sido imprescindible.
De este modo, por la colaboración de las diversas instancias públicas (Diputación y Ayto.) y privadas (Fundación Bancaja- Caja Castellón) ha quedado patente lo que ya afirmé hace unos meses en la presentación de este proyecto: la actividad y presencia de la Iglesia es un bien social para todos los hombres sin excepción. Un bien social que promueve el bien integral de la persona humana.
No me olvido, queridos amigos, de todas las personas que han estado “al pie del cañón” cada día trabajando hasta el viernes. Más que el pie del cañón, diríamos que subidos al campanario. Los directivos y trabajadores de la empresa Edycon y Arko han sido para todos los vecinos de la Vilavella un ejemplo humano por su exquisito trato con nosotros; al mismo nivel ha estado su probada calificación técnica, dirigida por su arquitecto D.Jose Vicente Ferrer. Muchas gracias y felicidades.
Queridos amigos todos: los Vilavelleros/as os dan de corazón las gracias. Demos juntos gracias a Dios.
Leave a Reply